tipo de ajuar.
Según los escasos elementos de cronología relativa que aportan estos ajuares, parece existir una coexistencia de los ritos de inhumación e incineración a fines del siglo II y principios del siglo III d.C. Las lucernas de disco y tema erótico del tipo Dressel 28 (Loeschcke 8/Deneauve VIIIC) podrían situarnos en la
primera mitad del siglo III d.C. (DENEAUVE, 1974) . El tipo de ungúentario(figura 14, 64/5 y 64/6), de forma Ising 82 A2. (ISINGS, 1957), con cronología del siglo I y II d.C., aportaría un inicio de la necrópolis en pleno siglo II d.C.,preferentemente en su segunda mitad por su factura incolora (VIGIL PASCUAL, 1969). En esta misma cronología se encontraría el vaso de vidrio con baquetón en relieve (figura 14, 64/7), tipo que aparece en Conimbriga en el nivel
de abandono de las termas (ALARC,AO, DELGADO, MAYET, ALARCAO y
PONTE, 1976) y en Vasa a partir de los siglos III y IV d.C. (HARDEN, 1949). El vaso con colador y pitorro (figura 14,64/4) también se considera de cronología alto-imperial (SÁNCHEZ SÁNCHEZ, 1990), y se han relacionado con el consumo de salazones (PONSICH, 1968).
La dualidad y convivencia de los ritos funerarios de incineración e inhumación se detecta en otras necrópolis de la Baetica y de la Lusitania a partir de la segunda mitad del siglo II d.C., no generalizándose la inhumación hasta el siglo
III d.C. (BENDALA, 1991) . En las Gallias se observa esta dualidad de ritos en las necrópolis de Frejus, con incineración e inhumación en el siglo II d.C. y el dominio de la última a partir del siglo III d.C. (BERAUD y GEBARA, 1987). En África
las inhumaciones aparecen a partir de los inicios del siglo III d.C. (FÉVRIER,1991).
Antes de esta primera fase de enterramiento existió en la necrópolis de El Eucaliptal otro momento caracterizado por enterramientos con cuppae. Un único ejemplo de este tipo de enterramiento apareció una vez concluida la excavación como consecuencia del derrumbe del perfil Sur. Por ello, es difícil precisar su conexión estratigráfica con los restantes enterramientos de la necrópolis.
Este momento de la necrópolis correspondería al siglo II d.C., con ejemplos bien conocidos en Huelva, como Riotinto (JONES, 1980), en otros lugares de la Baetica, como Baelo (BONNEVILLE, 1981) , y la Lusitana, como Pax Zulia y Emerita Augusta (CALDERA, 1976; BENDALA, 1976) Su origen africano responde a
tipos documentados en la necrópolis de Tipasa en Argelia (BLÁZQUEZ, 1967;BOUCHENARI, 1975; BENDALA, 1995).
Durante la Fase II este sector se utilizó como necrópolis infantil. Los enterramientos que realizan mediante el rito de inhumación en ánforas. Aunque no fue norma corriente, en algunos casos se acompañó el cadáver con objetos de adorno personal. El enterramiento del ánfora 12 (UE 34) presentaba un collar de cuentas de pasta vítrea. La inhumación del ánfora 20 (UE 49) tenía cuentas de collar de madera y de pasta vítrea. En el ánfora 6 (UE 28) apareció una moneda frusta de imposible catalogación.