El Casino y Rosario Toscano

Era un centro de reunión y de distracción a cualquier hora del día o en las tardes en que el bullicio de la plaza ponía su fuerza colorista en el lugar.El auténtico nombre de este bar, restaurante, hotel, era el de «Esperanza» y durante mucho más de medio siglo entre sus paredes estuvo radicado todo cuanto de importante era y quería ser Punta Umbría.


Hablar de la «Esperanza» es recordar a Rosario Toscano, a sus padres a su marido Pedro Mazo y finalmente a sus hijas Concha y Esperanza, de forma particular esta última que con su marido Manuel Sevidanes Bustillo continuaron la tradición familiar de mantener este centro de amistad, auténtico monumento de la historia local.
El Casino, el único y primer Hotel de Punta Umbría cubrió durante una dilatada etapa todo cuanto se pueda pedir a un establecimiento de su clase y mucho más, porque la generosidad y el corazón de su propietaria, Rosario, hizo que aquella casa de dos plantas, de graciosas columnas en el exterior, fuera lugar al que acudían todos los veraneantes y los del pueblo en busca de mil soluciones a sus diarios pro¬blemas, que siempre encontraban solución.




Allí se gestó y se firmó en solemne acto la independencia del municipio de Punta Umbría, cuando se segregó de Cartaya y entre sus muros se planearon todos los proyectos de ese despegue que la playa tuvo en décadas anteriores.

Rosario, para muchos de nosotros la mujer más recordada de Punta Umbría por su bondad, amabilidad y ganas de servir a todos cuantos al Casino acudían, dejó escrita una página imborrable de esta localidad.
Bajo su tutela nacieron empresas religiosas, industriales, comerciales y recreativas, bajo su devoción encontraron imágenes la iglesia puntaumbrieña, se forjaron y asentaron las tradiciones de la Virgen del Carmen y con su afán de hacer el bien pocos fueron los que no recibieron su ayuda, sus consejos y recomendaciones.
Nadie que conozca a Punta Umbría y que hubiera vivido sus últimas décadas dejó de conocer y apreciar a RosarioToscano. Bien cumplirían los munícipes de hoy dedicándole un recuerdo en forma de rótulo de calle y buena justicia haría el organismo que dedicara al Casino el Premio al Mérito Turístico. Allí comenzó todo el desarrollo de Punta Umbría y hoy en la continuidad de esa familia querida y amiga sigue la «Esperanza», ya sin ser Hotel, poniendo un sello de hospitalidad y agrado que pueden comprobar cuantos a ella acuden cada día.
Recordar a tantos amigos del Casino sería difícil, pero vaya un recuerdo para Antonio Hierro, quien sirvió en este local toda su vida y compartió con el sus mejores anhelos.
El Casino, porque siempre le llamaremos así, sigue siendo el gran centro de atención de la Plaza Pérez Pastor, porque en el va parte de la propia vida de Punta Umbría.


Punta Umbría Inolvidable



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